«Con estos niveles de tasa hace que el crédito casi haya desaparecido. El responsable de esto es el Estado», dijo Alfredo Rodes, Secretario Ejecutivo de Carbap.
“Con estos niveles de tasa, que son el reflejo de políticas totalmente ortodoxas que se están aplicando para contener lo que en su momento fue la escapada hacia otros activos de mejor valor, como puede haber sido el dólar, hace que el crédito casi haya desaparecido. El responsable de esto es el Estado. No nos olvidemos que el Banco Central está captando depósitos a tasa del 28% anual y eso determina que cualquier préstamo que un productor hoy quiera obtener tenga que hablar de tasas del 35%, o más. El crédito bancario para el productor hoy está prácticamente desaparecido. Existe el crédito comercial de las grandes compañías, convenios que por un lado aseguran cobrabilidad a las compañías y por otro lado sirven como promoción para los bancos. Hablo de las tarjetas, cada banco tiene la suya. Eso medianamente está funcionando pero hoy el productor que venía acostumbrado a financiarse en bancos, tiene un serio problema, o está endeudándose a tasas que para su actividad son una incógnita. Porque no todas las actividades siguen el ritmo de la inflación”, dijo a “Siempre que llovió, paró…”, que se emite por Radio Colina, Alfredo Rodes, Secretario Ejecutivo de Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa).
Consultado sobre los niveles de tasa, Rodes explicó que “Están apareciendo y se están diferenciando dos sectores. Uno es el mayoritario que es el de la PYME, con una tasa de alrededor del 40% y otro muy pequeño con una tasa muy baja. Es que hay una disposición del Banco Central que el 5% del total de las colocaciones en el sistema financiero tiene que ser prestada a las PYMES, al sector productivo, y fija una tasa de 17,5% para este primer semestre y que involucra una masa de dinero de $20.000 millones. El Banco Provincia viene con este cupo acotado y los otros bancos están esperando, tienen hasta junio, ya que por el momento ese mismo dinero lo pueden estar recolocando al propio Estado sin riesgo, a tasas de alrededor del 30% mensual. Esa masa de crédito que las PYMES estaban tomando hoy es muy difícil (de conseguir), o es un crédito que está muy digitado para determinadas empresas”, señaló.
Respecto a los niveles de endeudamiento, el dirigente destacó que “vemos que no hay un endeudamiento bancario excesivo, como si se acumuló en la década del ’90 con tasas reales en dólares muy positivas. Esto no quiere decir que no empiece a ocurrir con las tasas que se están tomando hoy, o si llega a haber emergencias climáticas que lleven a que no haya cosechas. Pero vemos que hay sectores en los que están cayendo mucho la rentabilidad y eso va a impactar sobre los niveles de deuda que esas empresas puedan tener”.
También agregó que “El crédito es un insumo más de nuestras explotaciones. Ese crédito, hoy está siendo escaso, caro y prácticamente inaplicable. Eso lleva a que haya un deterioro en los planes de inversión del productor que también perjudican al país. Nosotros sabemos que Argentina es un país donde el crédito a las pequeñas y medianas empresas y al sector productivo en general, es tremendamente escaso en relación con países como Chile, Uruguay y cualquier otro de Latinoamérica. Hoy hablar de tasas del 30% lleva a que el crédito desaparezca. El productor, deja de ser productor y si toma ese tipo de negocios por alta necesidad, entra en lo que se llama una “timba”, porque él no puede asegurar que su producto por más que haya inflación, siga los parámetros de la inflación. Por otro lado, también sabemos que los bancos prestan de lo que obtienen por ventanilla. Entonces no pueden prestar a menos si los niveles inflacionarios son de este nivel y están priorizados por el Banco Central para tomar a tasas positivas, que eviten un vuelo hacia activos de mayor calidad como puede ser el dólar. Entonces mientras siga esta puja de que se tiente al inversor con tasas positivas sobre el promedio general de inflación, realmente el crédito para producir pasa a ser una utopía, o pasa a ser un parche que el productor lo usa pero lo descarta lo más rápido posible”, explicó Rodes.
Finalmente, respecto a la financiación de la próxima campaña, señaló que “Si sumamos los atrasos de las devoluciones de las retenciones por parte del Gobierno y el retiro de muchos “pools de siembra”, que financiaban una parte importante de las hectáreas agrícolas, el “coctel” es alarmante. Cuando uno ve que la mitad del trigo uruguayo está hecho por argentinos, que tenemos las peores siembras de los últimos 100 años y magras cosechas de 8 millones de toneladas, cuando tendríamos que estar en alrededor de 20 millones. Hay que preguntarse seriamente: ¿Qué está pasando en el sector productivo? , finalizó.
Fuente: Infocampo