Tras 20 años, volverá una importación desde el Reino Unido
Luego de un auge que vivió entre 2007 y 2008 sufrió una gran caída en 2012, que no se recuperó en 2013; en enero, la venta de cosechadoras cayó 59% interanual.
La quiebra de Grandes Máquinas, la empresa de la familia Senor que fabricó la cosechadora que se iba a exportar a Angola, y la irrupción de un tractor New Holland en el auspicio de Fútbol para Todos, son una alegoría de lo que sucede en el sector de la maquinaria agrícola en la Argentina, donde se vivieron años muy buenos, luego una gran caída, un breve repunte en 2013 y un 2014 que se mira con preocupación.
Luego de recobrar un poco de impulso el año pasado, con un aumento de ventas de 1,1%, las fábricas de cosechadoras tuvieron un enero negro (último dato publicado), en el que su comercialización cayó 59%, respecto de igual mes de 2012, según datos de la consultora abeceb.com. En tractores, en tanto, se pasó de un crecimiento de 47%, cayó 50% interanual. En 2013 se vendieron 1240 cosechadoras y 7476 tractores, entre nacionales e importados.
Carlos Castellani, dueño de Apache, firma fuerte en sembradoras y que tiene un proyecto con una empresa india para fabricar el tractor Apache Solís, dice que está a la espera de ver cómo marcha la cosecha. «La verdad es que el año arrancó flojo, pero esto es algo que se va vendiendo durante toda la temporada -comenta-. Ojalá que las últimas lluvias no hayan perjudicado los cultivos.»
Hay dos cuestiones que afectan directamente a este mercado: una es el rendimiento de la cosecha, que este año se estima que será un 4,3% mejor que la de 2012
2013, y los precios internacionales de las commodities, sobre los que aún persiste la incertidumbre. Ambos, claro está, afectan el ánimo del productor agropecuario a la hora de decidir un recambio de su maquinaria agrícola.
«Dependemos del productor argentino y de los precios internacionales de los granos. También tiene que ver la renovación que haga falta en el campo, porque hay años en los que se renueva más que otros. Estamos igual un poco preocupados», confiesa Castellani.
Maximiliano Scarlan, economista de abeceb.com, agrega un factor más al bajón de ventas. «Este año no está la financiación tan ventajosa que hubo en los últimos años, de la mano del Banco Nación -explica-. Eso dinamizó mucho el mercado de tractores y cosechadoras, pero ahora está suspendido y, si vuelve, lo va a hacer con otras tasas y ya no con las de menos de 10% que había en el año pasado.» Sucede que, como la mayoría de los sectores productivos del país, la maquinaria agrícola vive la asfixia de la suba de costos internos, incluso en dólares, y la imposibilidad de aumentar su cotización en la misma medida. Además, no se trata de máquinas cuya decisión de compra se haga de un día para el otro: para tener una idea, una cosechadora puede llegar a costar US$ 500.000 y un tractor de gran potencia, 100.000 dólares.
Luis hace 43 años que tiene su fábrica de maquinaria agrícola y tiene una forma muy concisa de ilustrar los vaivenes del sector. «Piso y techo, piso y techo», repite. Luis no es otro que Dadomo, el dueño de Metalfor, firma que fabrica pulverizadoras, fertilizadoras y cosechadoras, entre otras. «Hay cierto estancamiento y, aunque seguimos en marcha, no tenemos una demanda que nos permita mantener la planta.»
Para Dadomo, aunque la cosecha acompañe este año, si a eso no se suma un buen programa de créditos por parte de los bancos, las ventas no van a levantar. «Hay que tener en cuenta -refiere el hombre- que todas las fábricas nacionales juntas les dan trabajo a 100.000 familias.»
A las nacionales se les hace cada vez más difícil competir con las multinacionales que, según Dadomo, traen prácticamente armados sus productos desde Brasil. Aún así, según abeceb.com, las empresas locales han aumentado su participación en la torta general. Mientras que en 2007 representaban 23% de toda la plaza de cosechadoras, en la actualidad alcanzan 63%. En tractores, en tanto, eran el 22% hace siete años y ahora son el 49 por ciento.
La venta total de maquinaria agrícola en 2013 arrojó una facturación de US$ 1757 millones, 45% más que en 2012, pero sin llegar a los niveles de venta en unidades de 2007
2008. La balanza comercial arrojó un déficit de U$S 234millones(-23,2%). «Esto se explica por una caída en las exportaciones de 23,4%, mientras que las importaciones permanecieron constantes», señala Scarlan.
Entre las principales marcas nacionales están Pauny, Metalfor, Apache y Mainero, entre otras. Entre las multinacionales, se destacan John Deere, New Holland, Class y Agco, entre otras. Todas ellas están con la vista puesta en la cosecha, pero también con un ojo fijo en la política económica local y en la posibilidad de que se reactiven los créditos blandos para la adquisición de maquinaria.
Por Carlos Manzoni | LA NACION
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