Desde la Sociedad Rural de Pergamino manifestamos nuestra profunda preocupación y rechazo ante las nuevas prácticas comerciales impuestas unilateralmente por la exportación en la campaña de trigo 2025/26.
Denunciamos que, de manera arbitraria, se está liquidando solo el 90% del valor, en lugar del 97,5% acostumbrado, reteniendo un 10% bajo el argumento de problemas de calidad y bajos niveles de proteína.
Sin embargo, atribuir la baja calidad exclusivamente al clima es una visión parcial y sesgada. La realidad responde a causas más profundas que toda la cadena debe asumir:
Tres factores clave a tener en cuenta:
1. Inequidad contractual: Se ha vuelto práctica común incluir cláusulas en los contratos donde no se respeta el estándar comercial habitual.
// Se aplican castigos por Grado 3, pero no se bonifica el Grado 1.
// Esta asimetría desincentiva la inversión en calidad y distorsiona el mercado.
2. Estrategia defensiva del productor: El productor se ve obligado a adoptar esquemas productivos defensivos debido a:
// Derechos de exportación vigentes.
// Alta presión fiscal.
// Falta de infraestructura.
//Ausencia de financiamiento competitivo.
La baja calidad no es producto de negligencia, sino de supervivencia.
3. Factor climático (sí, pero no alcanza): Las lluvias y altos rindes diluyeron la proteína, pero esto no justifica un cambio unilateral en las reglas de juego ni un ajuste financiero a costa del productor.
Por lo tanto, exigimos:
• El cese inmediato de la retención arbitraria del 10%, que golpea directamente la liquidez del productor.
• Que se respeten integralmente los estándares de comercialización, incluyendo tanto bonificaciones como castigos.
• Reglas claras y un diálogo honesto entre los actores de la cadena.
No aceptamos que, una vez más, el ajuste por fallas sistémicas lo pague solo el eslabón productivo.







